Estructura y color
- Eduardo Orozco
- 24 sept
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"La obra de Eduardo Orozco se erige como una de las indagaciones más rigurosas y sostenidas dentro de la abstracción geométrica latinoamericana. Ha construido un lenguaje visual refinado y coherente en el que el cuadrado emerge como módulo, estructura y principio activo de su exploración pictórica.
Desde sus inicios, Orozco ha concebido la pintura como un espacio para el pensamiento visual, alejado de la expresión narrativa y emocional, y cimentado en la lógica de las relaciones: color, proporción, ritmo y tensión espacial. En este contexto, el cuadrado más que una forma, es una metodología. Sirve como matriz organizadora, punto de partida para variaciones cromáticas y compositivas, y campo para la indagación perceptiva", afirma la curadora Ninoska Huerta en la presentación de la exposición de Orozco en la Galería Mifa el 4 de octubre de 2025.

"Su práctica se asemeja a la de un compositor musical que trabaja con escalas y estructuras. Orozco construye secuencias, desplazamientos mínimos y cambios modulares que dan lugar a obras serenas pero vibrantes, donde cada decisión es el resultado de un meticuloso proceso analítico, refinado mediante la disciplina y la experiencia. A lo largo de diversas series, el artista ha explorado las posibilidades del color como fenómeno óptico y constructivo, manteniendo siempre una economía de recursos que realza la intensidad perceptiva de cada pieza. La suya es una pintura que invita a la atención y a la pausa, revelando en su aparente simplicidad una compleja red de equilibrio, tensiones internas y sutilezas visuales."
-Lejos de replicar modelos establecidos, Orozco ha forjado una trayectoria única dentro de las tradiciones geométricas europeas y latinoamericanas. Su obra se resiste al espectáculo y al exceso, ofreciendo en cambio una experiencia intelectual y sensorial que activa la vista, la mente y la estructura en un diálogo sostenido y silencioso —afirma la curadora.

"En una época dominada por la inmediatez y la saturación visual, la obra de Eduardo Orozco nos recuerda que el arte también puede ser un ejercicio de precisión, orden y claridad. Sus pinturas nos invitan a reconsiderar el acto de mirar como un gesto crítico y contemplativo, donde el cuadrado aparentemente simple se convierte, en sus manos, en un campo infinito de pensamiento visual."
En esta segunda imagen, Orozco quiso entablar un diálogo con trazos expresionistas y recordó los 100 años del traslado de la Bauhaus, de Weimar a Dessau, en 1925.









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